Este tal Jason Bradbury se dedica a pasear así, de esta guisa, por la calle. Incómodo es un rato, pero la cara de la gente que lo ve merece la pena.
Aunque su dueño toca la guitarra, al gato no le importa y se refrota contra la mano. :D
Como que no podemos ir a la fiesta achilipún...nos la montamos por nuestra cuenta
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