Broma divertida donde los clientes saltan del sillón cuando sienten unas manos suaves en su cabeza que no pueden ser las de su peluquero.
Aunque su dueño toca la guitarra, al gato no le importa y se refrota contra la mano. :D
Como que no podemos ir a la fiesta achilipún...nos la montamos por nuestra cuenta
Broma divertida donde los clientes saltan del sillón cuando sienten unas manos suaves en su cabeza que no pueden ser las de su peluquero.
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